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Walter Gómez fue uno de los primeros grandes ídolos uruguayos de River. Llegó al Club en 1950, procedente de Nacional de Montevideo,ya que en el fútbol de su país estaba suspendido e imposibilitado de jugar el mundial de 1950,debido a un incidente que protagonizara en el torneo local.
En el Millonario fue figura indiscutible, siendo campeón en 1952,1953 y 1955. Luego emigró a Italia para jugar en el Palermo, tres años después retornó a Uruguay, para jugar en Nacional de Montevideo y después emigró a Colombia, dónde vistió las camisetas del Cúcuta Deportivo y Once Caldas.
Se retiró en 1964 en Venezuela jugando en Deportivo Galicia.
Con la obtención de esta Copa
Argentina, River sigue disfrutando una época y la Libertadores parece haber quedado alojada en el pasado.
Gallardo desde 2014 logró su título
número 11 de los 12 que ganó River en estos cinco años y medio siendo una de
las etapas más doradas de la historia del club. Un período que resultará
inolvidable no solamente por los resultados sino por las producciones
futbolísticas. Nadie ignora que el Mllonario encarna una de las expresiones
futbolísticas más destacadas del Continente. El último partido contra el
dignísimo Central Córdoba de Santiago del Estero así lo ratifican. River fue
una máquina de producir buen fútbol. Otro año para festejar un ciclo
inolvidable.
A un año de que River ganara la final de las finales, el partido de la Historia, recordaremos en detalle esta Copa que obtuvo el millonario.
River se ubicó en una zona junto a Flamengo de Brasil, Emelec de Ecuador e Independiente Santa Fe de Colombia.
El millonario arrancó empatando a 2 con Flamengo en Brasil, luego igualó en la misma condición sin goles ante Independiente Santa Fe de Bogotá como local y le ganó 1 a 0 al Emelec como visitante, al que en la jornada siguiente también le ganó pero esta vez cómo local por 2 a 1.
Posteriormente llegó otro triunfo ante Independiente Santa Fe como visitante por 1 a 0 y un empate sin goles ante Flamengo.
Después del parate impuesto por el mundial de Rusia, le tocaba disputar los octavos de final de esta Libertadores ante Racing, con el que empató sufriendo en Avellaneda y al que luego goleó en el Monumental por 3 a 0.
En los cuartos de final se mediría ante el otro de Avellaneda: Independiente.
En el partido de ida igualaron 0 a 0, un encuentro en el que los dos arqueros se lucieron evitando claras situaciones de gol. El segundo partido lo ganó River por 3 a 1.
En la semifinal se midió ante Gremio de Porto Alegre perdiendo 1 a 0 como local. En la revancha, tras ir perdiendo 1 a 0 en el segundo tiempo,el arquero Franco Armani tapó un mano a mano que salvó a la Banda de la eliminación. En el minuto 82 Rafael Santos Borré con un cabezazo empató parcialmente ese encuentro vibrante y quedaba un gol para dar vuelta la serie. A poco del final hubo un penal que el árbitro cobró a instancias del VAR. Gonzalo "Pity" Martínez lo cambió por gol y selló el pase a la final.
Y llegó la final más esperada, nada más y nada menos que su eterno rival.
La primera final estaba fijada para jugar en la cancha de Boca el 10 de noviembre,pero las lluvias postergaron el partido para el otro día, en el que empataron 2 a 2.
El 24 de noviembre en el Monumental se iba a jugar la revancha pero la agresión que sufrió el plantel de Boca y tras una espera de varias horas el encuentro fue suspendido y programado para el otro día; pero ante la negativa del visitante volvió a ser suspendido.
Finalmente la Conmebol unos días más tarde determinó que la final se jugaría en Madrid, en el mítico estadio Santiago Bernabéu, siendo la primera vez que una final de Libertadores se jugara en un país europeo.
En un emocionante partido, el más importante de la historia, el Millonario comenzó perdiendo 1 a 0, pero en la segunda mitad Lucas Pratto igualó el cotejo y fueron al alargue.
En el tiempo extra River se puso en ventaja. Primero, Juan Fernando Quintero puso el 2 a 1 con un magnífico gol y en la última jugada del partido, Gonzalo "Pity" Martínez con una espectacular corrida puso el tercer gol para establecer el 3 a 1 final y con eso ganar una Copa Libertadores que será eterna.
"Te quiero hasta el final de nuestras vidas!¡Te amo futbolísticamente!". Así terminó de relatar magistralmente Atilio Costa Febre el golazo de Ariel Ortega a San Lorenzo en el partido en el que River ganó por 5 a 0 al Ciclón, en un partido válido por la fecha 14 del torneo apertura 2006 jugado el 5 de noviembre de ese año. Ese gol, que recordaremos por siempre, nació en una gran corrida del Burrito con la pelota atada al pie, que levantó la cabeza, vio a Saja adelantado y la picó desde lejos con una maestría nunca vista. De esa manera, marcó el cuarto gol del partido en una lluviosa tarde que hizo más épica aquella obra de arte. Los goles restantes fueron marcados por Victor Zapata y Ernesto Farías. Pero eso es una anécdota. Lo que evocamos aquí es el relato vibrante de un gol único.
