Comenzó la campaña perdiendo la final de la Supercopa frente a Lanús en La Plata. Luego, en la reanudación del torneo, ganó varios partidos incluído el clásico ante Boca en condición de visitante. Este resultado lo puso a tiro en la pelea por obtener el campeonato, pero dos derrotas -una ante Racing y otra frente a San Lorenzo- lo relegaron al segundo lugar.
En la Copa Libertadores de América llegó a semifinales, en las que Lanús, tal como lo hiciera en la Supercopa Argentina, nuevamente lo dejó afuera de la final. Esta copa quedó marcada por dos casos de doping de jugadores millonarios.
Pero debe hacerse especial referencia al único torneo obtenido en aquél año: la Copa Argentina, torneo donde defendió y retuvo el título.
En el camino de ese bicampeonato comenzó derrotando a Atlas en Salta por 3 a 0. Luego, en la siguiente instancia, goleó por 4 a 1 a Instituto de Córdoba en Mar Del Plata, obteniendo el pase a los octavos de final, etapa en la que derrotó a Defensa y Justicia por 3 a 0 en Formosa.
En los cuartos de final vapuleó a Atlanta por 4 a 1 en San Juan obteniendo así el pase a semifinales.
Tras el golpe que significó la eliminación en la semifinal de la Copa Libertadores 12 días atrás, River viajó a Mendoza para jugar la semifinal de la Copa Argentina frente a Deportivo Morón, al que derrotó por 3 a 0, clasificando por segunda vez consecutiva para la final de la Copa Argentina.
Un mes más tarde, el millonario en Mendoza igual se enfrentó a Atlético Tucumán, esta vez en la final, al que derrotó por 2 a 1 con goles marcados por Ignacio Scocco y Nacho Fernández. De este modo se convirtió en campeón de la Copa Argentina por segunda vez consecutiva y logró su único título en ese año.
Este fue el octavo campeonato conquistado por River Plate en tres años y el séptimo de Marcelo Gallardo cómo director técnico del conjunto de Núñez.
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