El 8 de febrero de 1986,River enfrentaba en Mar del Plata a la selección de Polonia que se preparaba para el mundial que a mitad de ese año se disputaría en México en un partido correspondiente a un campeonato triangular disputado jugado en la ciudad balnearia. En el minuto 37 de la primera mitad, Alonso puso el 1 a 0 para el millonario, resultado con el que se fueron al descanso. A los 3 minutos del segundo tiempo,Dariuz Dziekanowski de tiro libre empató para los polacos y tres minutos más tarde, Francescoli de penal puso el 2 a 1 transitorio para el equipo de Núñez. Cuando iban 10 minutos del complemento, también de penal Dziekanowski igualó otra vez el partido para los europeos; luego Roman Wojzinski en el minuto 22 y Andrzej Buncol a los 27 dieron vuelta el cotejo 4 a 2. A los 38 minutos de aquella segunda etapa, Francescoli descontó para River y a los 42 minutos, Ramón Centurión puso el empate de cabeza, en lo que resultaba un partido lleno de emociones. En el minuto siguiente, se produjo el gol que se convirtió en uno de los más recordados de la historia de River y del fútbol argentino: La jugada comenzó luego de un tiro libre desde la derecha del Beto Alonso que llegó a Ruggeri, que de cabeza habilitó a Francescoli, quien en una jugada inolvidable paró la pelota con el pecho y después ensayó una chilena alta, elegante y letal que terminó en la red polaca, en lo que constituyó una jugada inolvidable para el fútbol argentino.
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