Nació en Bella Vista, Corrientes, el 10 de marzo de 1946 y se inició en San Lorenzo de Almagro dónde ganó el Metropolitano de 1968 formando parte de aquél gran equipo de Los Matadores.
En 1971 emigró a Perú para defender la camiseta de Defensor Lima dónde jugó hasta 1974.
En 1975 llegó a River Plate para ser parte del equipo que obtuvo los dos campeonatos de ese año poniéndole fin a la larga racha de 18 años sin títulos.
También ganó el Metropolitano de 1977 en el que convirtió un recordado gol en un clásico como visitante frente a Boca y el tricampeonato de 1979-80. Jugó en el Club hasta 1981. Fue uno de los muchos aciertos de Ángel Labruna. La delantera que integró con Luque y Comisso (también alternaba como puntero izquierdo el paraguayo Bareiro) fue clave para ese ciclo glorioso. Pedro fue un jugador completo que, visto en la cancha, no siempre dejaba ver sus grandes virtudes. Buen definidor y cabeceador, de tranco generoso y gambeta imparable, inteligente, solidario. Un crack. Después de alejarse de River estuvo dos años en Talleres de Córdoba y se retiró en 1983 jugando para Renato Cesarini.
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