En marzo de 1993, Ramón Díaz, que dos años atrás había regresado a River Plate, jugaba sus últimos dos partidos en el club. Posteriormente se iría a Japón para jugar en el Yokohama Marinos.
El primero de los dos encuentros fue el 13 de marzo de ese año por el torneo Clausura en Tucumán y fue frente a San Martín de aquella provincia. El cotejo que finalizó con empate 1 a 1.
El Pelado, que comenzó el partido en el banco de los suplentes, ingresó en el segundo tiempo sustituyendo a Walter Silvani. En una jugada le cometieron falta en el área pero el árbitro Aníbal Hay no la sancionó como penal ante lo cual Ramón protestó y se fue expulsado.
Tres días más tarde, el 16 de marzo, River se enfrentó a Cerro Porteño por la fase de grupos de la Copa Libertadores de América y finalizó con idéntico marcador: 1 a 1.
Ramón marcó el gol de River cuando faltaba poco para el final del partido.
Dos años después volvió al club, esta vez como director técnico, y terminaría teniendo (al igual que como jugador) una carrera exitosa como entrenador tanto en River como en el fútbol.
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